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Repercusión de la pandemia en los tratamientos del daño cerebral. Entrevista a Marcos Ríos

Debido a la pandemia los pacientes por daño cerebral se han visto afectados por los cierres de los centros que se encargan del tratamiento de sus secuelas, teniendo los profesionales que reinventarse a los efectos de poder seguir con las sesiones de rehabilitación, neuropsicología, terapia ocupacional, trabajo social, logopedia. Marcos Ríos nos cuenta cómo están haciendo los profesionales para adaptarse a esta nueva situación.



Marcos Ríos: Neuropsicólogo
Abelardo Moreno: Abogado especialista en Daño Cerebral

AM: Desde el punto de vista de la neuropsicología como se aborda un daño cerebral y como se plantea en un informe las consecuencias del mismo?


MR: Como norma general, de partida recibimos los informes de un paciente, nos hacemos una idea preliminar de la situación, la lesión que ha tenido, cuáles han sido las circunstancias de ese paciente hasta que nos llega a nosotros, y a partir de ese momento tenemos que hacer nuestra propia evaluación.


Generalmente se hace una evaluación en todas las áreas habituales de tratamiento y de forma específica en neuropsicología utilizamos pruebas estandarizadas para establecer el alcance de las dificultades de un paciente y eso debemos hacerlo en dos niveles, por un lado valoramos los componentes cognitivos viendo como es su rendimiento de acuerdo con su grupo de referencia, vemos qué dificultades tiene el paciente, de forma más o menos fría y objetiva; pero eso no es suficiente y tenemos que ver qué impacto tiene esas dificultades en la vida cotidiana del paciente, es decir si la dificultad de un paciente es leve, moderada, grave o muy grave. Además tenemos que ir un paso más allá porque una dificultad leve puede tener un gran impacto en la vida cotidiana, entonces valoraremos cuanto de grave son las dificultades del paciente y cuánto de grave es el impacto de esa dificultad en su día a día dadas sus circunstancias , su situación social, su situación laboral, etc.


AM: Al abordaje de los pacientes por daño cerebral es multidisciplinar, está compuesto por muchos profesionales para conseguir la máxima recuperación de las secuelas.


MR: Cierto, la mayoría de los tratamientos abarcan la neuropsicología, fisioterapia, terapia ocupacional y logopedia como norma general. Muchos pacientes de accidentes de tráfico por ejemplo suelen tener tratamiento en cada una de esas cuatro áreas.


AM: Entre los profesionales os ponéis de acuerdo para el abordaje del paciente, ¿verdad?


MR: Si, siempre las decisiones se toman en sesiones clínicas donde están presentes estos cuatro profesionales además de un médico rehabilitador, que es quien tiene la visón global del paciente, psiquiatra, neurólogo, y en muchos casos médico internista. Entonces cada vez que alguno de los terapeutas detecta que necesita aumentar o disminuir las sesiones, esto se lleva a la reunión y en la sesión clínica se decide cual es el mejor abordaje, se toman las decisiones, y después se consensuan con el paciente y con la familia.


AM: También tenemos entendido que cuanto antes se empiecen estos tratamientos para el paciente con daño cerebral, mejor evolución tendrá.


MR: Efectivamente, a medio o largo plazo mejor el pronóstico de los pacientes. Es verdad pese a eso que en alguna ocasión la prisa nos puede llevar a tomar malas decisiones. En una fase post-aguda iniciar el tratamiento o aumentar las sesiones o disminuirlas en el plazo de una semana o dos semanas no marca grandes diferencias en el largo plazo. ¿Qué quiero decir con esto? Que cuando un paciente está en fase aguda, cuanto antes empiece el tratamiento, mucho mejor como norma general, ahora bien, si por adelantar siete días el inicio de tratamiento corremos el riesgo de tomar una mala decisión, vale la pena posponer una semana la decisión y tomarla habiendo valorado bien las opciones terapéuticas, las opciones de rehabilitación, los distintos centros disponibles…


AM: ¿Cómo estáis haciendo los profesionales con la pandemia para tratar de minimizar este impacto en los tratamientos que requieren esto pacientes? ¿Ha habido cierres de centros? ¿Paralizaciones de tratamientos?


MR: En marzo las decisiones hubo que tomarlas de forma muy precipitada y lo que hicimos en aquel momento fue ajustarnos a la realidad que nos íbamos encontrando diariamente. En marzo, en la primera ola de la pandemia, tratamos de minimizar el impacto sobre la terapia de los pacientes, pero es verdad que nos obligó a trabajar con los EPIS con todo lo que esto implica como dificultades para realizar los movimientos de fisioterapia de forma convencional y estandarizada. Las sesiones de logopedia había que hacerlas con mascarillas, con pantallas, con la dificultad de entrenar algunos procesos de articulación.. Por otro lado, se publicó mucha literatura, guías clínicas por sociedades científicas, la cantidad de información disponible para los profesionales fue extraordinariamente elevada, y lo que hicimos fue actualizarnos también de manera muy rápida, lo que ha permitido desarrollar mucho la telerehabilitación, el uso de plataformas como la que estamos utilizando.


AB: ¿Crees que todo esto ha afectado a los pacientes? ¿Has visto retroceso en su evolución?


MR: Me atrevo a decir que han existido algunos cambios en la ejecución de los tratamientos, pero los cambios han sido circunstanciales. En el terreno de la neuropsicología, a lo mejor durante un periodo de tiempo un paciente que antes salía de su habitación, iba a la sala, comía con otros pacientes, iba al gimnasio a realizar su rehabilitación… bueno pues durante un cierto periodo de tiempo a lo mejor no ha podido salir de su habitación y todas las sesiones había que realizarlas dentro de su habitación, el impacto psicológico que eso haya podido tener ha podido ser más o menos evidente pero la labor de los neuropsicologos ha cambiado ligeramente, en lugar de dedicar todo el tiempo a trabajar componentes cognitivos o la mejoría de una serie de actividades de la vida cotidiana, pues ha ido más dirigido a resolver estas cuestiones emocionales que podían estar teniendo impacto en el paciente en ese momento. Me gusta ver estos episodios como una cosa encapsulada que no afecta al pronóstico global del tratamiento del paciente. Iremos viendo cómo evolucionan las cosas.


AB: ¿Estáis ahora funcionando con todos los tratamientos?


MR: Ahora estamos funcionando con total normalidad salvo en la implementación de los protocolos de seguridad: toma de temperatura, lavado de manos, uso de mascarillas, pantallas de seguridad en logopedia, pantallas faciales. Y me atrevo a decir que el impacto sobre el tratamiento del paciente ahora es mínimo.


AM: Buenas noticias para los afectados de daño cerebral que tienen garantizada la asistencia de vida para sus tratamientos.

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