Si has sido víctima de una negligencia médica y quieres reclamar mala praxis médica, recuerda que existen vías legales y puedes ejercer tu derecho.
¿Qué es una negligencia médica?
Una negligencia médica se produce cuando no se trata al paciente como es debido según los protocolos de actuación dando como resultado un daño o lesiones que el paciente no tiene la obligación de soportar.
Ejemplos de negligencia médica
A continuación os dejamos los ejemplos de negligencias médicas más comunes:
Retraso o error en el diagnóstico del paciente.
Un error de prescripción de medicación.
No prestar asistencia sanitaria de urgencia.
No seguir los protocolos exigidos.
Intervención quirúrgica deficiente con resultados perjudiciales para el paciente.
Falta de supervisión postoperatoria.
Infección grave por falta de higiene en el centro hospitalario.
Omisiones en el deber de información al paciente.
Pasos para denunciar una negligencia médica
1. Recopila toda la documentación médica
Hay que acudir al centro sanitario donde tuvo lugar la negligencia para solicitar todos los documentos relativos al paciente y al tratamiento dispensado. Es un derecho del paciente el que se entregue esta documentación.
Pida en Atención al Paciente, un Formulario de Solicitud de Historia Clínica. Este formulario lo puede presentar usted en su propio nombre o en el de un tercero con la debida autorización.
Es muy importante que marque o deje constancia en la solicitud que el expediente incluya los siguientes datos:
Copia íntegra de la historia clínica
Notas médicas de evolución
Notas de enfermería
Pruebas diagnósticas
Consentimientos informados
Protocolos quirúrgicos
Hojas de tratamiento
Registro cardiotocográfico (monitorización) y partograma. Sólo en caso de problemas durante el parto o el embarazo.
En ocasiones los centros se niegan a proveer la documentación o la aportan de forma incompleta. En este punto un abogado experto en negligencias médicas te dirá qué documentos faltan y te orientará para obtenerlos.
2. Contacta a un abogado especializado en negligencias médicas
Tu abogado junto con el perito médico realizarán un estudio de viabilidad del caso en base a la documentación e informes médicos aportados y se encargará de:
1) Determinar quién es el responsable de la negligencia médica
2) Determinar la instancia judicial ante la que demandar (Contencioso-administrativo, Civil o Penal), aunque hay diversas maneras por las que se puede llevar una demanda por negligencia médica, la más recomendable es la vía civil. En nuestro país es casi imposible condenar a un médico por la vía penal. Al optar por la vía civil, reclamamos una indemnización a la aseguradora de dicho sanitario.
A menos de que se llegue a un acuerdo extrajudicial, lo normal es que se tenga que acudir a juicio.
3) Solicitar el Informe Pericial de un perito experto en la material a evaluar.
Los peritos médicos son especialistas cuya labor es emitir un informe en el que se concluya si ha tenido lugar una negligencia médica. Y, si ha ocurrido, por qué y cómo ha sucedido. Son un punto intermedio entre la medicina y lo judicial. Su informe es clave y necesario para llevar el caso a juicio. Al tratarse de trabajadores independientes, sus honorarios se pagan a parte.
4) Presentar demanda por negligencia médica
La cuantía indemnizatoria está condicionada por muchos elementos, pero normalmente se basa en las tablas del Baremo de Indemnizaciones en Accidentes de Tráfico, y la indemnización en caso de sentencia favorable, la deberá recibir el afectado de parte de la aseguradora. La indemnización que se reciba en compensación por la negligencia médica sufrida está dirigida a cubrir los gastos y necesidades futuras por lo que esta cantidad como los intereses derivados de mora que se otorguen, no tributarán impuesto.
Plazos para reclamar una negligencia médica
Recuerda que existe un plazo de un año para reclamar una negligencia médica. El plazo del año comenzará a contar, no desde la negligencia, sino desde que las lesiones que se han provocado se estabilicen, es decir, que ya no existan más tratamientos tendentes a la curación y ya podamos hablar de secuelas permanentes. Es a partir de aquí cuando comienza el año, no obstante es siempre recomendable interrumpir la prescripción (mandando por ejemplo un burofax) antes del año de la negligencia para asegurar.
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