El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, en su sede de Granada, ha emitido una sentencia significativa (156/2023, del 26 de enero) que reconoce la Incapacidad Permanente Absoluta (IPA) a un conductor de taxi que sufre secuelas tras una intervención intracraneal por rotura aneurismática. Este caso pone de relieve la importancia de considerar no solo las limitaciones físicas actuales, sino también los riesgos futuros y el impacto global en la capacidad laboral del individuo.
El caso se centra en un trabajador que, en 2015, sufrió una hemorragia subaracnoidea por rotura de aneurisma, requiriendo una intervención quirúrgica intracraneal. Como consecuencia de este evento, el demandante presenta una encefalomalacia extensa en la región temporal, lo que le provoca una sintomatología secuelar indefinida. Además, debido a la naturaleza de la lesión original, existe un riesgo significativo de recurrencia.
Las secuelas más notables incluyen una sensación de inestabilidad continua, con la posibilidad de sufrir desvanecimientos, mareos, diplopía (visión doble) o visión borrosa en cualquier momento. Estas condiciones no solo afectan su capacidad para desempeñar su trabajo anterior como conductor de taxi, sino que también plantean serias dudas sobre su aptitud para realizar cualquier tipo de trabajo, incluso aquellos de naturaleza sedentaria.
La sentencia del TSJ de Andalucía confirma la decisión del juzgado de instancia, que había reconocido la Incapacidad Permanente Absoluta al demandante.
El tribunal fundamenta su decisión en varios puntos clave:
Gravedad de las secuelas: La encefalomalacia extensa y la sintomatología asociada limitan significativamente la capacidad del trabajador para realizar cualquier tipo de actividad laboral.
Riesgo de recurrencia: El tribunal considera crucial el hecho de que existe un riesgo significativo de que se produzca otro episodio aneurístico, lo cual pone en peligro la vida y la integridad física del trabajador.
Impacto en actividades sedentarias: Aunque se podría argumentar que el demandante podría realizar trabajos sedentarios, el tribunal señala que incluso estas actividades implican cierto grado de tensión o carga mental, lo cual podría favorecer la aparición de nuevos episodios.
Inviabilidad de la reincorporación laboral: El tribunal concluye que las limitaciones del demandante le impiden cumplir con los requisitos mínimos de cualquier actividad laboral, como la asistencia diaria al lugar de trabajo, la permanencia durante una jornada completa y la realización de tareas con un mínimo de profesionalidad, rendimiento y eficacia.
Consideración de riesgos futuros: La sentencia pone énfasis en la necesidad de considerar no solo la situación actual del trabajador, sino también los riesgos potenciales para su salud en caso de reincorporarse a la actividad laboral.
Esta decisión del TSJ de Andalucía es particularmente relevante por varias razones:
En primer lugar, refuerza la idea de que la Incapacidad Permanente Absoluta no se limita a casos de incapacidad física total, sino que también abarca situaciones donde el riesgo para la salud del trabajador es significativo.
En segundo lugar, la sentencia subraya la importancia de considerar el impacto global de las secuelas en la vida laboral del individuo, incluyendo aspectos como la estabilidad, la concentración y la capacidad para mantener un rendimiento constante.
Además, el fallo pone de manifiesto la necesidad de una evaluación integral en casos de secuelas neurológicas. No solo se consideran las limitaciones físicas evidentes, sino también los aspectos cognitivos y los riesgos potenciales asociados con la condición médica subyacente.
Esta sentencia también plantea reflexiones importantes sobre la adaptación de puestos de trabajo para personas con secuelas neurológicas. Aunque en este caso se determinó que incluso los trabajos sedentarios podrían ser perjudiciales, el caso abre el debate sobre cómo podrían diseñarse entornos laborales que minimicen los riesgos para trabajadores con condiciones similares.
Conclusión
El caso resuelto por el TSJ de Andalucía establece un precedente significativo en la evaluación de la incapacidad laboral en casos de secuelas neurológicas graves. La decisión subraya la necesidad de una evaluación holística que considere no solo las capacidades actuales del trabajador, sino también los riesgos futuros y el impacto global en su vida laboral. Este enfoque podría tener implicaciones importantes en futuros casos similares, promoviendo una consideración más amplia y a largo plazo de las consecuencias de lesiones cerebrales en el ámbito laboral.
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